Comienza el buen tiempo y con éste el mantenimiento de las piscinas, en concreto su depuración. Un trabajo diario que consume mucha electricidad, lo que conlleva a un gasto más elevado e incluso a la utilización de los generadores, los cuales son bastantes incómodos.

La solución consiste en instalar módulos fotovoltaicos conectados directamente al motor de la depurdora.

Los paneles solares comienzan a funcionar con la salida del sol y acaban cuando llega la noche por lo que la depuradora está continuamente funcionando.

Cuánto mayor radiación solar haya mayor será el volumen de agua que se depure, por lo que en las horas centrales del día, la depuradora estará a pleno rendimiento.

La amortización de la instalación se consige en muy poco tiempo, 5-6 años aprox., por lo que toda la energía utilizada a partir de entonces es gratis.

Otra de las ventajas es que no requiere mantenimiento.