Hasta ahora la eficiencia energética, unida al autoconsumo, hacía referencia a viviendas particulares o a explotaciones agrarias, en su mayoría; Sin embargo, en el último año, el autoconsumo energético está teniendo un considerable aumento en el sector hostelero, en buena parte, debido a la reducción de costes y a las subvenciones ofrecidas por las autonomías.

Gracias a estas ayudas, a la conciencia social y a la subida del precio de la luz, que en algunas ocasiones resulta asfixiante y por ello inviable, las empresas hosteleras se están inclinando por las instalaciones fotovoltaicas y producir su propia energía.

Algunas de las ventajas que ayudan a tomar esta decisión son:

• La factura de la luz puede llegar a reducirse en un 60%, dependiendo de la ubicación. Las Comunidades con más horas de sol serán las más beneficiadas en este ahorro.

• Gracias a este ahorro, las empresas pueden invertir en tecnología, publicidad y reducir costes, consiguiendo aumentar la competitividad en el mercado.

• La Marca corporativa también se verá reforzada obteniendo un valor añadido como empresa comprometida con el medio ambiente.

• Y, por consiguiente, atraer a un público más sensibilizado con el entorno y el aprovechamiento de los recursos naturales.

La energía fotovoltaica está consiguiendo un merecido protagonismo dentro de la industria, más concretamente en el campo de la hostelería, lo que confirma la viabilidad y rentabilidad de este tipo de instalaciones.

En España las horas de sol aumentan cada año de manera significativa, por lo que es lógico pensar en aprovechar los beneficios de este recurso natural y a su vez contribuir a la recuperación de nuesto entorno.